El evento de Carrington en 1859 está considerado producto de la mayor tormenta solar de la que se tiene registro. Entre los años 774 y 775 de nuestra era, el carbono-14 (14C) atmosférico se incrementó de forma brusca, según el registro de árboles muy antiguos en Japón (F. Miyake, K. Nagaya, K. Masuda & T. Nakamura Nature 486: 240-242, 2012). Se creía que una tormenta solar no podía ser responsable de este incremento, pues tenía que ser demasiado intensa (con una energía de unos 2×1028 J). Un nuevo artículo en Nature contradice esta opinión, estimando la energía necesaria a solo ~2×1026 J. Esta tormenta solar sería 20 veces más intensa que el evento Carrington, explicando de forma razonable el suceso ocurrido en los años 774 y 775; si se confirma con nuevos estudios, sería la tormenta solar más importante de los últimos dos milenios. ¿Qué probabilidad hay de que una tormenta solar tan intensa se vuelva a producir en la próxima década? Según los autores del nuevo estudio esta probabilidad es de solo un 0,8% (a mí me parece un probabilidad muy alta). El artículo es Adrian L. Melott, Brian C. Thomas, “Causes of an AD 774-775 14C increase,” Nature 491: E1-E2, 29 Nov 2012 [arXiv:1212.0490].
¿Pueden ocurrir supertormentas solares aún más intensas? El satélite Kepler ha observado supertormentas con energías entre 1027 a 1029 J en estrellas de tipo solar (con temperatura superficial entre 5600 K y 6000 K, y periodos de rotación mayores de 10 días). Un análisis estadístico de estas supertormentas indica que ocurre una de 1027 J cada 800 años y una de 1028 J cada 5000 años. En opinión de los autores de un nuevo estudio, estas supertormentas solares pueden ocurrir en nuestro Sol; se trata de una opinión y los propios autores afirman que se necesitan estudios más detallados para corroborar esta posibilidad. El artículo técnico es Kazunari Shibata et al., “Can Superflares Occur on Our Sun?,” Publ. Astron. Soc. Japan 65, 2013 [arXiv:1212.1361].
Estos artículos no deben engañar a nadie (en mi opinión aprovechan el bulo del fin del calendario maya). Para que se produzca una supertormenta de esta magnitud se tiene que acumular una cantidad tan grande de campo magnético que se requieren muchos años (los autores estiman unos 40 años para la producción de una supertormenta de 1029 J). El Sol está permanentemente observado por varios satélites y una acumulación tan grande de campo magnético dejaría señales que serían observadas con varios años de antelación. Por tanto, podemos estar tranquilos, en los próximos años no habrá ninguna supertormenta solar.
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