El principio activo de la Viagra, el sildenafilo, administrado a setas Boletus edulis (seta comestible muy apreciada en gastronomía) provoca su crecimiento fractal. Lo más curioso es que esta seta tiene una morfología similar a un falo (quizás por ello se ha realizado este estudio tan “sugerente”). Su crecimiento está influido por diversos agentes ambientales, incluyendo factores de crecimiento y moléculas como los polifenoles. El sildenafilo tiene una estructura química similar a los polifenoles naturales. Más información en Gabriele A. Losa, “Viagra Induces Fractal Growth in Mushrooms in Switzerland,” Annals of Improbable Research 20: 13-15, March–April 2014 [PDF].
El sildenafilo (Viagra) se usa para tratar la disfunción eréctil masculina porque es un inhibidor potente y altamente selectivo de la enzima fosfodiesterasa 5 (PDE5A) que cataliza la reacción de hidrólisis del cGMP (guanosín monofosfato cíclico); esta inhibición intensifica el flujo de sangre hacia los cuerpos cavernosos (un par de columnas de tejido eréctil en la parte superior del pene que provocan la erección).
La aplicación de las ideas de Mandelbrot sobre geometría fractal al estudio del crecimiento de plantas está muy extendida. Por supuesto, los fractales no existen en la Naturaleza, que sólo puede mostrar “prefractales” (estructuras similares a las fractales en ciertas escalas, pero no ad infinitum). El “grado de fractalidad” se mide con el concepto de dimensión fractal (estimación estadística de su valor) y cuantificando la invarianza de escala mediante la autosemejanza (usando el concepto de autocorrelación estadística).
Gabriele A. Losa ha comparado la dimensión fractal en función del tiempo (durante dos semanas) para una población natural de Boletus tratada con 50 mg de sildenafilo por metro cuadrado de superficie (curva azul – FD) y otra población de control tratada de igual forma pero con un placebo (curva rojas – FDc), ambas en 100 metros cuadrados (10×10) en un bosque del cantón de Tesino, en el sur de Suiza. La dimensión fractal se estimó a partir de fotografías mediante el método estándar de contar cuadrados y estimar una ley de potencias que ajuste los datos.
La dimensión fractal de los Boletus tratados con sildenafilo se mantuvo casi constante en 1,22, mientras que la del grupo de control descendió de 1,23 a 1,11. Además, la densidad de Boletus tratados creció de 0,2 a 0,50, mientras que la del grupo de control se mantuvo casi constante en 0,2. Todo ello es interpretado como que los Boletus tratados muestran un crecimiento y morfología fractal.
Por supuesto, este estudio, como la mayoría de los que aplican ideas fractales al campo de la biología, está cogido con alfileres (Losa es autor de un libro sobre la aplicación de la geometría fractal a la medicina). El comportamiento prefractal ha de ser mostrado en muchas escalas para que “a vista” se observe algo similar a un fractal. En el caso concreto de este estudio, que no presenta fotografías que lo ilustren, yo aseguraría que “a vista” nadie afirmaría que la distribución de los boletus es fractal. Aún así es un estudio curioso, pero inútil. Salvo para el autor, que disfrutó comiendo los boletus de control (y quizás los otros también, quien sabe).
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