Mi charla sobre el bosón de Higgs en Málaga ha tenido mi mente ocupada todo el fin de semana y he olvidado enlazar el audio de mi sección ¡Eureka! en La Rosa de los Vientos, Onda Cero. Si te apetece escuchar el audio, sigue este enlace. Como siempre, una transcripción libre y extendida del audio.
Esta semana se ha publicado una nueva hipótesis para explicar la homosexualidad. ¿Por qué los científicos tienen tanto interés en explicar la homosexualidad? Para la teoría de la evolución de Darwin, la homosexualidad parece un misterio, ya que los homosexuales no suelen tener descendencia, con lo que no pueden transmitir su condición sexual a sus descendientes. La homosexualidad no es un rasgo que sólo se observa en humanos, también se da en muchos animales (desde delfines a escarabajos, pasando por murciélagos y peces cebra); hay machos que se comportan como hembras y hembras como machos. En la mayoría de los animales se observan comportamiento bisexual, con lo que el fenotipo puede transmitirse a los descendientes. Pero también se conocen animales homosexuales exclusivos, como los cisnes, los carneros (ovejas), e incluso en algunos peces. No parece fácil explicar por qué la selección natural o la selección sexual ha favorecido la conservación de este carácter sexual a lo largo de la evolución.
Sobre la homosexualidad exclusiva en los carneros domésticos recomiendo leer Charles E. Roselli, Fred Stormshak, “The neurobiology of sexual partner preferences in rams,” Hormones and Behavior 55: 611–620, 2009. No hay evidencia hormonal en el útero; por ejemplo, Tuck C. Ngun et al., “The genetics of sex differences in brain and behavior,” Frontiers in Neuroendocrinology 32: 227–246, 2011.
Hace años se habló del “gen gay” pero estudios posteriores demostraron que no existía este gen. ¿Cómo se transmite a los descendientes la homosexualidad? Los estudios al azar afirman que el 8 por ciento de los hombres y de las mujeres han tenido alguna experiencia homosexual y que alrededor del 2 por ciento son homosexuales exclusivos. Entre gemelos, si uno es homosexual exclusivo hay una probabilidad del 20% de que el otro también lo sea. En los árboles genealógicos de ciertas familias hay un mayor porcentaje de homosexuales. Por ello, se buscó la existencia de un ”gen gay” y se publicó en 1993 en la prestigiosa revista Science uno llamado Xq28 en el cromosoma X, pero estudios posteriores en 1999 también publicados en Science demostraron que no existía este “gen gay”. Se han buscado otras marcas genéticas (polimorfismos de un solo nucleótido) pero no se ha encontrado la solución a este misterio.
La conexión genética entre la homosexualidad en hombres y un gen en el cromosoma X (llamado Xq28) fue encontrada en 1993 (Dean H. Hamer et al., “A Linkage Between DNA Markers on the X Chromosome and Male Sexual Orientation,” Science 261: 321-327, 1993). Esta asociación fue muy polémica y fue desmentida de forma oficial en 1999 (Ingrid Wickelgren, “Discovery of ‘Gay Gene’ Questioned,” Science 284: 571, 1999; George Rice et al., “Male Homosexuality: Absence of Linkage to Microsatellite Markers at Xq28,” Science 284: 665-667, 1999).
¿Cuál es la nueva hipótesis que se ha propuesto para explicar la transmisión a los descendientes de la homosexualidad? William R. Rice (experto en ecología y evolución de la Universidad de California en Santa Barbara) y dos colegas ha publicado esta semana una nueva hipótesis. Su idea es que el origen de la homosexualidad podría ser epigenético, podría estar en ciertos cambios epigenéticos que ocurren durante el desarrollo del feto en el útero. La epigenética estudia las modificaciones químicas del entorno del ADN que controlan qué genes se expresan y cuáles no, y a qué ritmo se expresan dichos genes. Todas las células del cuerpo tienen el mismo genoma, pero su epigenoma es diferente y por eso una célula de la piel es tan diferente de una neurona. Las marcas o cambios epigenéticos determinan cómo se pliega el ADN y pueden cambiar durante la vida de la célula. Estos cambios se pueden heredar y podrían ser responsables de cómo responde el feto a ciertas hormonas en el útero.
El nuevo artículo es William R. Rice et al., “Homosexuality as a consequence of epigenetically canalized sexual development,” The Quarterly Review of Biology 87: 343-368, 2012. Se ha hecho eco de este artículo Elizabeth Norton, ”Homosexuality May Start in the Womb,” ScienceNOW, 11 Dec. 2012.
¿Cómo afectan las hormonas a la orientación sexual? Los fetos machos y hembras están expuestos en el útero a una hormona muy conocida, la testosterona, que conduce al desarrollo de los testículos y la sexualidad masculina, pero los fetos hembra tienen mecanismos para sortear los efectos de la testosterona y evitar convertirse en machos. La nueva hipótesis es que ciertos cambios epigenéticoss hacen que algunos fetos hembra sean más sensibles a la testosterona, masculinizándose, y al contrario que algunos fetos macho sean menos sensibles a la testosterona, feminizándose. Como muchas marcas epigenéticas se transmiten de padres a hijos, la nueva hipótesis podría explicar el porqué de la herencia de este carácter sexual. Por supuesto, son necesarios estudios futuros para confirmar o desmentir esta nueva hipótesis.
Esto no significa que la homosexualidad sea una enfermedad y que se pueda curar. En la actualidad no está considerada una enfermedad. En el s. XIX se calificó a la homosexualidad de psicopatía y los psicólogos trataron de curar este transtorno. Ya en el siglo XX, la escuela de Freud consideró la homosexualidad como algo normal, no como una patología, pero no fue hasta 1973 cuando la comunidad científica (Asociación Norteamericana de Psiquiatría, APA) decidió de forma oficial que la homosexualidad no es una enfermedad (fue eliminada del DSM (Manual de Desórdenes Mentales), aunque la Organización Mundial de la Salud (OMS) no la excluyó de la Clasificación Estadística Internacional de Enfermedades y otros Problemas de Salud hasta el año 1990. La homofobia y la postura de muchas religiones ha obligado a los homosexuales a esconder su orientación sexual, fingiendo ser heterosexuales.
Por otro lado, en los animales bisexuales el comportamiento homosexual parece más fácil de justificar desde el punto de vista evolutivo. Esta semana se ha publicado también un interesante estudio al respecto en peces que le da sentido a la frase de Woody Allen: “La bisexualidad duplica tus posibilidades de lograr una cita el sábado por la noche.” Un nuevo estudio en peces de agua dulce tropicales indica que la conducta homosexual aumenta las posibilidades de futuros contactos heterosexuales. En algunos peces, los machos más pequeños se comportan como hembras, tratando de copular con los machos más grandes (vídeo youtube), los preferidos por las hembras. Este comportamiento homosexual mejora sus posibilidades de un futuro apareamiento heterosexual. Un nuevo estudio publicado en Biology Letters indica que, como las hembras están más dispuestas a aparearse con machos pequeños si ya lo han hecho con un macho grande (que son más atractivos), los machos pequeños deciden estar cerca de las hembras cuando éstas compiten por copular con los machos grandes. Los peces de agua dulce tropicales Poecilia mexicana aumentan su atractivo para las hembras exhibiendo un comportamiento homosexual. En este caso la selección sexual permite explicar cómo persiste este comportamiento en la herencia.
El artículo técnico es David Bierbach et al., “Homosexual behaviour increases male attractiveness to females,” Biology Letters 9: 20121038, Feb. 2013.
Lo dicho, si te ha gustado lo que has leído y no has escuchado aún el audio, te animo a escucharlo ahora.
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